RECUPERACION

El principio de recuperación indica que las personas necesitan un periodo de descanso entre estímulos para darle tiempo al cuerpo de recuperar el equilibrio, adaptarse y obtener los máximos beneficios posibles del entrenamiento. La falta de descanso o el descanso insuficiente pueden provocar lesiones, mal funcionamiento del sistema inmune, fatiga crónica, alteraciones del sueño, pérdida del apetito y estados anímicos negativos entre otros.[2] La recuperación durante el periodo de descanso restaura los niveles de hidratación y reservas energéticas del organismo, repara la estructura de las fibras musculares y elimina las sustancias de desecho de los procesos metabólicos. También ayuda a reducir el estrés resultante del esfuerzo y otras actividades realizadas.[4]

La duración del periodo de recuperación es variable y depende del objetivo y magnitud del estímulo de entrenamiento, del nivel del deportista y de las características de los estímulos de entrenamiento anteriores.[4] En algunas circunstancias, dependientes de los objetivos del entrenamiento y de las características de la disciplina deportiva, es posible incluso aplicar estímulos de entrenamiento adicionales antes de que la recuperación del estímulo anterior sea completa.