PROGRECION

El principio de progresión o aumento progresivo de la carga nos indica que es necesario someter el organismo a cargas cada vez mayores a lo largo de la temporada de entrenamiento para lograr adaptaciones.[2] La supercompensación provocada en el organismo por los estímulos del entrenamiento incrementa el rendimiento del atleta y el nivel del umbral de adaptación. Por tanto, la aplicación repetida del mismo nivel de carga provocará reacciones cada vez menores y menores ganancias en el nivel de rendimiento.[4] En algún momento el estímulo ya no superará el umbral de adaptación y no provocará las reacciones deseadas en el organismo.[1] Por esta razón las cargas se deben incrementar de forma progresiva, modificando el volumen e intensidad de los ejercicios de forma organizada y según el nivel del deportista para lograr los efectos deseados